EL MUNDO
18 julio 2022
¿Qué es el Saxenda, el fármaco para adelgazar del que todo
el mundo habla?
Gema García Marcos
Se trata de un medicamento que solo se debería prescribir en
casos muy concretos y cuya utilización requiere una supervisión médica.
Su
nombre, Saxenda, corre como la pólvora por gimnasios, piscinas y demás
corrillos sociales. De él se dice que es el nuevo 'método milagroso' para
adelgazar rápidamente sin pasar hambre, ni moverse demasiado. Pero, como
cualquier atajo, éste también encierra unos 'inconvenientes' que, por
desgracia, muchos no calibran en su justa medida, anteponiendo la estética a la
salud.
¿Qué
es, exactamente, el Saxenda? "Es un fármaco inyectable de uso diario que
contiene el principio activo Liraglutide. Este medicamento, inicialmente
utilizado en pacientes con diabetes mellitus tipo 2, forma parte de un grupo de
fármacos que imitan la acción de una hormona llamada péptido similar al
glucagón tipo 1 (aGLP1). Hoy en día, constituye uno de los pocos fármacos
aprobados por la Agencia Europea del Medicamento para el tratamiento del
sobrepeso y obesidad", afirma Agustina Marengo, jefa de servicio de
Endocrinología del Hospital Sanitas CIMA.
María
Amaro, especialista en Nutrición, nos explica cómo obra su aparente milagro:
"El Saxenda estimula la liberación de la insulina, disminuye la del
glucagón -hormona que segrega el páncreas- y retrasa el vaciado gástrico,
potenciando la sensación de saciedad. Al retardar la absorción de la glucosa,
hace que se reduzca la sensación de hambre y, como consecuencia de ello, se
come menos cantidad, favoreciendo, de este modo, la pérdida de peso".
Aunque,
según precisa Lina Robles, nutricionista del Hospital Universitario Sanitas La
Zarzuela, "la forma exacta con la que propicia la pérdida de peso no se
conoce en su totalidad, parece que incide sobre las zonas del cerebro que
regulan el apetito, al unirse a los receptores de GLP-1 en las células
cerebrales y, por tanto, aumentando la sensación de plenitud y reduciendo la de
hambre apetito".
Hasta
aquí, todo correcto. Pero la siguiente pregunta sería: ¿puede cualquier persona
tirar de Saxenda para, por ejemplo, salir victoriosa en la Operación Bikini? La
doctora Robles no deja lugar a la duda: "Su utilización siempre debe estar
supervisada por un especialista y el objetivo es que cada paciente haga uso del
mismo como ayuda y no como un remedio mágico. Es más, si no se acompaña con
una dieta personalizada para cada caso y una rutina de ejercicio, no sirve para
nada".
¿Para
qué tipo de casos sí estaría indicado, entonces? "El Saxenda se utiliza en
pacientes con obesidad de cualquier grado y también con sobrepeso que tengan
asociado algún problema de salud relacionado al peso (por ejemplo: diabetes
mellitus, hipertensión arterial, hígado graso, apneas obstructivas del sueño,
entre otras)", puntualiza la doctora Marengo.
Cabe
recordar que la obesidad es una patología que se diagnostica conforme "a
unos criterios objetivos establecidos conforme al Índice de Masa Corporal (peso
divido por altura al cuadrado)", tal y como especifica Amaro.
Según
esto, las únicas personas susceptibles de tomar Saxenda serían, aclara la
doctora Robles, "obesos, con un IMC de 30 o superior; y con sobrepeso y un
IMC de entre 27 y 30 que presenten complicaciones relacionadas con el peso,
como diabetes, niveles de grasa anormalmente altos en sangre, aumento de la
presión arterial o apnea obstructiva del sueño (interrupción frecuente de la
respiración durante el sueño)".
¿Por
qué tanto celo? Porque, tal y como reza su prospecto, los efectos secundarios
que pueden producir no son, en absoluto, para tomárselos a la ligera.
"Entre los efectos secundarios muy frecuentes y frecuentes -los que pueden
afectar a más de una de cada 10 personas-, se señalan náuseas, vómitos, diarrea,
estreñimiento, dolor de cabeza, problemas estomacales, mareos, alteraciones en
el gusto o cálculos biliares. Se dice que desaparecen en pocos días o semanas,
pero tengo constancia de que, en algunos casos, no es así".
Una
lista que, sin duda, debería hacernos pensar si realmente merece la pena
jugárnosla por el capricho de lucir bien en traje de baño. Así que más nos vale
hacer caso a los que saben de esto, los médicos: "Insistimos en que no se
puede usar Saxenda libremente y sin supervisión, ya que requiere un seguimiento
específico para cada paciente". Amén